Hacer pan, amasarlo, sentir los olores, ver la textura en movimiento y el resultado final es un proceso único e imperdible. Por eso, es muy interesante saber cómo funciona una amasadora de pan.
Para la elaboración del pan es necesario amasarlo muy enérgicamente y durante bastante tiempo y así, obtener la textura ideal. La etapa del amasado, de acuerdo a su velocidad, fuerza y tiempo empleado, resulta fundamental en la elaboración del pan. De ella, en gran parte, dependerá la calidad del producto final y su aspecto.
Por esa razón, las amasadoras de pan vienen a aportar una gran solución. Son capaces de procesar grandes cantidades de harina y convertirlas en masa, permitiendo a las panaderías tener una gran producción.
Además, ayudan a desarrollar mejor el gluten. Como resultado de ello, el pan tendrá más volumen y las masas dulces obtendrán una mejor combinación de la manteca, los huevos y el azúcar.
Qué es una amasadora industrial
Concretamente, una amasadora industrial es una máquina especialmente diseñada para mezclar y amasar los ingredientes para la elaboración de diversos productos de panificación. Entre ellos, el más reconocido sin dudas es el pan.
Aprender cómo funciona ayudará a mejorar la forma, velocidad y tiempo de amasado. De esa forma se sabrá cómo trabajarlos según el tipo de pan que deseemos preparar. A través de la amasadora se puede disminuir el tiempo y esfuerzo para lograr un excelente punto en la masa.
Más allá de integrar todos los ingredientes del pan, como por ejemplo: el almidón, las grasas, las proteínas, también aplana y estira la masa. Incluso en el mercado hay algunos modelos que cuentan con una tina para mezclar y cuya principal función es estirar y darles forma a la masa por medio de rodillos. Se denominan amasadoras manuales y no son muy comunes.
Partes de una amasadora industrial
La mayoría de las amasadoras de pan cuentan con una cámara mezcladora que sirve precisamente para realizar la mezcla. Además cuentan con mecanismos para aplastar la mezcla según el grosor deseado.
También poseen otra parte que tienen la función de cortar y de darle forma. Es decir, con ellas es posible realizar diferentes preparaciones y no solo pan. Con las amasadoras industriales se puede hacer pizzas, espaquettis, ñoquis e incluso galletas.
Por otro lado, algunas de ellas cuentan con timer; lo que permite que al finalizar el proceso de amasado suene una alarma. En ese momento, se puede interrumpir el funcionamiento de la máquina y pasar la masa al siguiente proceso inmediatamente.
A su vez, el desarrollo tecnológico posibilitó que algunos modelos cuentan con tarjeta digital programable. Esto permite armonizar la calidad de los productos.
Cómo usar una amasadora industrial
Una de las posibilidades que brinda una amasadora industrial es ajustar la velocidad. De esa manera se puede controlar la rotación de la masa, posibilitando trabajar distintos tipos de masa y modificarlos en el momento.
Las amasadoras de pan precisan ser instaladas en un lugar fijo, donde puedan ser utilizadas sin moverlas. Concretamente para su instalación debe disponerse un espacio amplio con una toma de electricidad lo más cerca posible. Lo ideal es ubicarla en el mismo lugar adonde se trabajará, ya que no se podrá mover fácilmente.
Lo ideal es que esté en un lugar nivelado, con espacio suficiente hacia arriba y también en los laterales. De esta manera, se podrá abrir la amasadora para colocar el bol de mezclado y agregar los ingredientes con comodidad.
El funcionamiento en sí de la amasadora puede variar de una marca y modelo a otro. No obstante, la mayor parte de ellas cuentan con mecanismo similares para ponerlas en funcionamiento. Por lo general, cuentan con botones de velocidad y temporizador.
En cuanto a los ajustes de velocidad, hay modelos que cuentan con varios de ellos. Estos permiten la elaboración de distintos tipos de panes y productos panificados. Una amasadora con varios ajustes de velocidad posibilitará lograr una mayor precisión y velocidad con la que se trabaje la masa.
Se debe tener en cuenta, al momento de accionar y de colocar los ingredientes dentro del bol, que es necesario mantener la distancia. Tanto el bol como las aspas giran velozmente y pueden ser peligrosos si tocan algún elemento extraño o entran en contacto con alguna parte del cuerpo.
Respecto a la cantidad de mezcla que puede preparar la amasadora, también depende de cada marca y modelo. Es fundamental tener a mano el manual de instrucciones para resolver cualquier duda que surja.
Asimismo, también es muy importante conocer cómo mantenerla y limpiarla adecuadamente. Para poder limpiarla es fundamental asegurarse de que está apagada y desconectada. Una vez que se la deja de usar, se la puede limpiar de manera superficial con un paño limpio y húmedo.
Por otro lado, se puede desmontar el bol para lavarlo profundamente con agua y jabón. Luego del amasado siempre queda masa y harina pegada, por lo tanto se deben limpiar en profundidad todos los implementos utilizados.
Para ello, se pueden desmontar todas las piezas de manera fácil y rápida con el objetivo de mantener la amasadora limpia y en condiciones de seguir usando. También se puede mezclar sin esparcir harina, utilizar el mismo recipiente de amasado para el primer reposo y el gluten. De esa manera, se puede obtener una masa menos pegajosa y se ahorra tiempo de limpieza.
Un dato a tener en cuenta, para mantener la amasadora en mejores condiciones, es desconectarla mientras no se utilice. Además, si comienza a mostrar algún tipo de falla siempre es aconsejable recurrir a un técnico especializado para que la revise y si es necesario la arregle. A su vez, es importante conocer la potencia y la cantidad de energía que emplea la amasadora para poder elegir aquella que ahorre mayor energía. Esta será una manera no solo de ahorrar dinero sino de contribuir con el cuidado del medio ambiente.
Es preferible adquirir una amasadora industrial de funcionamiento sencillo, que sea fácil de desmontar, de limpiar y de funcionar para preparar los panificados.
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